Oración decimoséptimo día de Cuaresma

Hoy es 5 de marzo. Nos encontramos ante una de las parábolas más duras del Evangelio, los líderes de Israel del tiempo de Jesús matan a los profetas como antaño cierra el pueblo judío. ¿Qué hará el dueño con los labradores? El texto es una predicción sobre la pasión y una oferta esperanzadora, pues los frutos de la viña serán cosechados, aunque por unos viñadores distintos a los originales. Por ello voy a ser fiel a mi conciencia para darle a Cristo el primer lugar en mi vida.

EVANGELIO DEL DÍA: Mt 21,33-43.45-46

«En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: “Escuchad otra parábola: había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cayó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos. Llegado el tiempo de los frutos, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo diciéndose: ‘Tendrán respeto a mi hijo’. Pero los labradores, al ver al hijo se dijeron: ‘Este es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia’. Y agarrándolo, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?”. Le contestan: “Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo”. Y Jesús les dice: “¿No habéis leído nunca en la Escritura: ‘La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente’? Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos”. Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque intentaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta».

¡Palabra del Señor!; ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!

TEXTO ENCÍCLICA:

«La gratuidad, es la capacidad de hacer algunas cosas porque sí, porque son buenas en sí mismas, sin esperar ningún resultado exitoso, sin esperar inmediatamente algo a cambio. Esto permite acoger al extranjero, aunque de momento no traiga un beneficio tangible. Pero hay países pretenden recibir sólo a los científicos o a los inversores».

Fratelli Tutti, nº 139

REFLEXIÓN PERSONAL:

La Historia del Reino continúa hasta que Jesús venga. Si los cristianos somos, hoy, la viña elegida: ¿Para quién guardamos sus frutos? ¿Qué hacemos los «apóstoles» enviados, cuando nos recuerda la necesidad de fructificar? ¿Repetimos la historia de la persecución?
La parábola destaca con fuerza la actitud de los viñadores ante el envió del Hijo. Jesús va donde los suyos y ellos no lo reciben. ¿Qué hizo Jesús en respuesta al rechazo de la gente?
Al leer la historia, ¿qué pensamientos y sentimientos surgen en ti?
Dios nos ha dado una viña a cada uno/a de nosotros/as.
Nuestras familias, nuestras comunidades, nuestro trabajo, nuestra iglesia, nuestro medio ambiente: todos son parte de nuestra viña.
Dios no excluye a nadie de su viña. La gente se excluye a sí misma al fallar en no mantener la viña que les ha sido dada. Dios me llama a producir buenos frutos en esta viña. En este tiempo, ¿cómo estoy usando los regalos que él me ha dado para ayudar a otras personas?

CANCIÓN:

“La viña del Señor” (Autor desconocido)

ORACIÓN FINAL:

Señor, gracias por tu misericordia, porque a pesar de mis debilidades, envías a la viña de mi corazón a tu Hijo Jesucristo. Dame tu luz y el fuego de tu amor para que lo sepa recibir en esta oración. Aumenta mi fe, para que pueda escucharle; acrecienta mi confianza, para que sea dócil a su voz; aumenta mi amor para que pueda corresponderle.

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