Oración segundo día de Cuaresma

Hoy es 18 de febrero, jueves después de ceniza. Comenzamos el camino a la Pascua que pasa por la Pasión y el Calvario de Jesús; y hoy el nos invita a seguirle, como Él, desde la renuncia y el desapego, desde la Entrega de la Vida por Amor a Dios y a los Hermanos, y esa Donación del Ser se resume en una palabra: Cruz.

EVANGELIO DEL DÍA: Lc 9,22-25

«En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
“El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día. Entonces decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo?”».

¡Palabra del Señor!; ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!

TEXTO ENCÍCLICA:

«Desde la intimidad de cada corazón, el amor crea vínculos y amplía la existencia cuando saca a la persona de sí misma hacia el otro. Hechos para el amor, hay en cada uno de nosotros una ley de éxtasis: salir de sí mismo para hallar en otro un crecimiento de su ser. Por ello «en cualquier caso el hombre tiene que llevar a cabo esta empresa: salir de sí mismo».

Fratelli Tutti, nº 88

REFLEXIÓN PERSONAL:

Seguir a Jesús, «perder la vida por Jesús», salir de sí mismo y orientarse hacia Dios y el Otro: entregar la propia Vida por Dios y los demás, desde lo que se es, con virtudes y miserias, cono aciertos y errores, aptitudes y limitaciones, pero con Amor: eso es tomarla propia Cruz… para crear vínculos de solidaridad y fraternidad, para ampliar la existencia en el darse en el Servicio; eso es crecer en el Ser, ganar la Vida de Dios, encontrar la Auténtica Vida en plenitud.

CANCIÓN:

“Toma tu cruz y sígueme” (David Garzón Andrade; Interpreta Cantate)

ORACIÓN FINAL:

La Palabra, para ser dicha.
La Verdad, para ser proclamada.
El Camino, para ser recorrido.

La Luz, para ser encendida.
La Vida, para ser vivida.

El Amor, para ser amado.
La Alegría, para ser compartida.

El Sacrificio, para ser ofrecido.
La Paz, para que sea dada.

El Pan de Vida, para que sea mi sustento.
El Hambriento, para ser alimentado.

El Sediento, para ser saciado.
El Desnudo, para ser vestido.

El Desamparado, para ser recogido.
El Enfermo, para ser curado.

El Solitario, para ser amado.
El Indeseado, para ser querido.

El Leproso, para lavar sus heridas.
El Mendigo, para darle una sonrisa.

El Alcoholizado, para escucharlo.
El Deficiente Mental, para protegerlo.

El más Pequeño, para abrazarlo.
El Ciego, para guiarlo.

El Mudo, para hablar por él.
El Tullido, para caminar con él.

El Drogadicto, para ser comprendido en amistad.
La Prostituta, para alejarla del peligro y ser su amiga.

El Preso, para ser visitado.
El Anciano, para ser atendido.

Para mí, Jesús es mi Dios. Jesús es mi Esposo.
Jesús es mi Vida. Jesús es mi único amor.

Jesús es mi Todo.

Madre Teresa de Calcuta
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