Oración del trigésimo quinto día de Cuaresma

Hoy es 31 Marzo 2020, Martes V Cuaresma… te invito a hacer silencio, no solo con tus oídos, con todos tus sentidos, silencio, porque para creer hay que comprender y para comprender debemos entregar nuestros cinco sentidos y empaparnos de ÉL…

EVANGELIO DEL DIA: Juan 8, 21-30

Jesús les dijo otra vez: «Yo me voy y vosotros me buscaréis, y moriréis en vuestro pecado. Adonde yo voy, vosotros no podéis ir.»

Los judíos se decían: «¿Es que se va a suicidar, pues dice: “Adonde yo voy, vosotros no podéis ir?»

El les decía: «Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Ya os he dicho que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros pecados.»

Entonces le decían: «¿Quién eres tú?»

Jesús les respondió: «Desde el principio, lo que os estoy diciendo. Mucho podría hablar de vosotros y juzgar pero el que me ha enviado es veraz, y lo que le he oído a Él es lo que hablo al mundo».

No comprendieron que les hablaba del Padre. Les dijo, pues, Jesús:

«Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy, y que no hago nada por mi propia cuenta; sino que, lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo que hablo. Y el que me ha enviado está conmigo: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a él”.

Al hablar así, muchos creyeron en él”.

¡Palabra del Señor!; ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!.

TEXTO VICENCIANO: “He Aquí un Hermoso Campo que Dios nos Abre” (S.V.P. XI, 762-763)

He aquí un hermoso campo que Dios nos abre… Pidamos a Dios que abrase nuestros corazones en el deseo de servirle; entreguémonos a él para hacer lo que le plazca…
Si no merecemos que Dios nos conceda esa gracia…, supliquémosle que al menos nos haga sus imágenes y precursores, pero, sea lo que sea, estemos ciertos de que no seremos verdaderos cristianos hasta que no estemos dispuestos a perderlo todo, y a dar incluso nuestra vida, por el amor y la gloria de Jesucristo, decididos con el santo apóstol a escoger antes los tormentos y la muerte, que vernos separados de la Caridad de este divino Salvador”.

REFLEXIÓN PERSONAL:

¿Quién eres Señor?, ¿Qué eres?, hablas y hablas, pero yo no te escucho, vienes a verme, pero yo no te veo, estás conmigo, pero yo no te siento. ¿Tan lejos estás?, ¿tan bajito hablas?
Quizás no seas TU, y soy yo quien no quiere escucharte, verte, sentirte. Quizás sea que no quiero renunciar a mí, que no quiera llevar mi cruz, por eso no comprendo que yo soy porque TU eres.
Este es un buen momento para reflexionar sobre mi relación contigo Señor y analizar si ante el peligro, el miedo y en las circunstancias adversas te veo, te escucho o te siento.

ORACIÓN FINAL:

Señor Jesús, Tú el enviado del Padre, el que has venido a mostrarnos el camino para llegar a Él, derrama tu amor en nosotros y ayúdanos a soportar el peso de nuestra cruz como Tú lo hiciste, amando y sirviendo como Tú.
Derrama tu bendición sobre todos los difuntos y enfermos de esta pandemia y consuela a sus familiares. Fortalece a todos aquellos que sirven para el bien común desde sus puestos de trabajo. 
¡Amén!.

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