Oración trigésimo cuarto día de Cuaresma

Hoy es lunes, 27 de marzo, comenzamos la última semana de este tiempo de Cuaresma.
Me dispongo a realizar un rato de encuentro con el Padre. Para ello me preparo: preparo lo que me rodea, me preparo yo. Me sereno, respiro, me concentro y me dispongo a leer la Palabra.

EVANGELIO DEL DÍA: Jn 8,1-11

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?».
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra».
E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante.
Jesús se incorporó y le preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?».
Ella contestó: «Ninguno, Señor».
Jesús dijo: «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más»
.

¡Palabra del Señor!; ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!

TEXTO:

En este viaje, las Iglesias se han dado cuenta de que el camino hacia una mayor inclusión (la tienda extendida) se realiza de un modo gradual. Comienza por la escucha y requiere de una conversión más amplia y profunda en las actitudes y las estructuras, de nuevos enfoques en el acompañamiento pastoral y de la disposición a reconocer que las periferias pueden ser el lugar donde resuena una llamada a la conversión y a poner en práctica el Evangelio más decididamente. Escuchar requiere reconocer al otro como sujeto del propio viaje. Cuando lo conseguimos, los demás se sienten acogidos, no juzgados, libres de compartir su camino espiritual. Esto se ha experimentado en muchos contextos y para algunos ha sido el aspecto más transformador de todo el proceso. La experiencia sinodal puede leerse como un camino de reconocimiento para aquellos que no se sienten suficientemente reconocidos en la Iglesia.

Ensancha el espacio de tu tienda. Documento de trabajo para la etapa continental. Nº 32.

REFLEXIÓN PERSONAL:

En este texto que acabamos de leer se nos presenta en la mujer la vergüenza, el desorden; el incumplimiento de la Ley. ¿Qué colectivos, o personas siguen siendo hoy los rechazados, los que molestan o estorban al orden establecido?
A un lado los fariseos, al otro Jesús; ¿dónde te encuentras tú? En tu realidad del día a día; ¿dónde te posicionas?
¿Qué te caracteriza cómo creyente, cómo es tu mirada?
Si preguntamos a los que te rodean, ¿qué dirían de ti?

CANCIÓN: El círculo del juicio (Ixcís con Pablo Morales)

ORACIÓN FINAL (Entrañas, Tomado de las plegarias eucarísticas Vb y Vc [PASTORAL, SJ]):

Danos entrañas de misericordia
frente a toda miseria humana
Inspíranos el gesto y la palabra oportuna
frente al hermano solo y desamparado.
Ayúdanos a mostrarnos disponibles
ante quien se siente explotado y deprimido.

Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto
de verdad y de amor, de libertad,
de justicia y de paz,
para que todos encuentren en ella
un motivo para seguir esperando.

Que quienes te buscamos sepamos discernir
los signos de los tiempos
y crezcamos en fidelidad al Evangelio;
que nos preocupemos de compartir en el amor
las angustias y tristezas,
las alegrías y esperanzas
de todos los seres humanos,
y así les mostremos tu camino
de reconciliación, de perdón, de paz…

Amén.

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