Oración segundo día de Cuaresma

Hoy es 23 de febrero, segundo día de Cuaresma. En el Evangelio de hoy, Jesús nos invita a dejar nuestro egoísmo para poder seguirle en libertad. Abramos nuestro corazón a su Palabra desde el amor.

EVANGELIO DEL DÍA: Lc 9,22-25

«En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
“El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día”.
Entonces decía a todos:
“Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo?”».

¡Palabra del Señor!; ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!

TEXTO:

«¿Qué pasos puedo dar para asumir en serio la corresponsabilidad en la vida y misión de la Iglesia? “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría” (EG 1)».

(La sinodalidad como camino común del Pueblo de Dios.
Mons. Cristián Roncagliolo P. Obispo Auxiliar de Santiago, Año IV, Nº 69)

 

REFLEXIÓN PERSONAL:

Jesús dice en el Evangelio que si alguno quiere seguirle, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz cada día y lo siga. Es una invitación clara a dejar nuestro egoísmo a un lado, a salir de nosotros mismos. Aún así, llevando con nosotros mismos nuestros miedos, nuestra pequeñez, nuestras inseguridades, nuestra falta de fe y todo lo que se nos ocurra. Y que le sigamos. Solo así, por su causa, podemos salvarnos. Pero no por nosotros mismos. Es un acto de fe, de creer en que con Jesús, todo es posible y tendremos la victoria asegurada. Es decir, aquí y ahora: Señor, aquí estoy, con todo lo débil que hay en mi, pero dispuesto a seguirte y a dar mi vida por el Reino. Que nuestra vida sea un claro reflejo de su seguimiento.

CANCIÓN: Te seguiré (Ixcís)

ORACIÓN FINAL (Fermín Negre):

Señor, quiero verte cuando abrazo,
quiero verte cuando perdono,
quiero verte en todos mis hermanos,
en todos los momentos,
también cuando no me quedan fuerzas.
Hazme ver, en esos momentos, que Tú me sostienes,
y que, seguirte, merece la pena.
Gracias, Señor, por darme la fe
para seguir caminando
y creciendo junto a mis hermanos.
Amén
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