Hoy es 24 de Marzo, vigesimotercer día de cuaresma. Ya pasado el ecuador del camino, se nos revela una vez más quién es el Padre, quien es nuestro Padre, dispongámonos a acogerlo.
EVANGELIO DEL DÍA: Lc 11,14-23
«En aquel tiempo, estaba Jesús echando un demonio que era mudo.
Sucedió que, apenas salió el demonio, empezó a hablar el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron:
“Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios”.
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Él, conociendo sus pensamientos, les dijo:
“Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte su botín.
El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama”».
¡Palabra del Señor!; ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!
TEXTO VICENCIANO:
«“Nuestro Señor Jesucristo es el verdadero modelo y la gran imagen invisible con la que debemos conformar todas nuestras acciones” (San Vicente De Paúl, Obras Completas, XI a, 129-130). […] Cada misionero de MISEVI es un laico, con madurez emocional, que muestra una formación sólida y continua en la experiencia y fundamento de la fe».
Discípulos en Misión Art. 6.
REFLEXIÓN PERSONAL:
Optar por Jesucristo como nuestro único Dios, acogiendo el misterio de la Trinidad, nos sitúa en un lugar concreto; y ese lugar es llamada e impulso hacia el servicio. Toda opción firme nos colma y a la vez nos compromete. En el día de hoy, ¿a qué me siento comprometido?
CANCIÓN: Pequeño y pobre (Brotes de Olivo)
ORACIÓN FINAL:
Danos Señor un espíritu firme, que sepamos reconocerte,
ver con claridad la obra de tus manos,
que seamos reflejo en el mundo de nuestra opción,
que es la de construir tu Reino día a día.
Danos La Paz que tanto ansiamos
y devuelve al hombre la esperanza perdida.
Amén.