Hoy es 10 de marzo, primer jueves de Cuaresma, y Jesús nos invita a confiar en la infinita generosidad del Padre.
EVANGELIO DEL DÍA: Mt 7,7-12
«En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
“Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.
Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!
Así, pues, todo lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo vosotros con ellos; pues esta es la Ley y los Profetas”».
¡Palabra del Señor!; ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!
TEXTO VICENCIANO:
«Sin embargo, en ocasiones la oración puede ser muy difícil. La oración puede compararse con la sensación de estar remando en un bote contra el viento; una verdadera lucha. A veces podemos sentirnos un poco preocupados en la oración. San Vicente, creía que nunca deberíamos usar la oración para evitarnos a nosotros mismos, sino entenderla como una oportunidad para resolver algunos de nuestros defectos más obvios. Nos recuerda que Jesús recurría a ella cuando estaba profundamente angustiado o se sentía abandonado. En el momento más crucial, cuando se enfrentó a Judas, Jesús no dejó de orar, sino que eligió rezar aún más».
Discípulos en misión
REFLEXIÓN PERSONAL:
«Dadme un hombre de oración y será capaz de todo», dijo San Vicente. No se trata de ir al Padre cuando necesitemos algo, sino de rezar con la confianza de ser escuchados, consolados y atendidos. Jesús nos enseñó a rezar, a dirigirnos al Padre pero también debemos ser nosotros quienes, usando nuestra inteligencia, seamos capaces de discernir las peticiones que hacemos en nuestras oraciones. Pensar siempre y cada día en ser instrumentos para hacer el bien y pedir la gracia para ello es tarea del misionero.
¿Qué es lo que yo estoy pidiendo?
CANCIÓN: Pedid y se os dará (Ruah)
ORACIÓN FINAL:
Te pedimos Señor, tu presencia, sobre todo, en estos momentos donde el sufrimiento humano, a consecuencia de las guerras, se hace más palpable. Que sepamos sentir tu mano guiándonos y tus brazos sosteniéndonos, que nuestras peticiones sean generosas y universales para que tu acción llegue a todos los rincones del mundo.
Amén.