Oración trigésimo cuarto día de Cuaresma

Hoy es 22 de marzo, lunes de la quinta semana de Cuaresma, te pedimos que tu amor sin medida nos enriquezca de tal manera nos atrevamos a ser personas nuevas, cada vez más parecidos a ti.

EVANGELIO DEL DÍA: Jn 8,1-11

«En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?”. Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: “El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra”. E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó: “Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?”. Ella contestó: “Ninguno, Señor”. Jesús dijo: “Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más”».

¡Palabra del Señor!; ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!

TEXTO ENCÍCLICA:

«La verdadera sabiduría supone el encuentro con la realidad. Pero hoy todo se puede producir, disimular, alterar. Esto hace que el encuentro directo con los límites de la realidad se vuelva intolerable. Como consecuencia, se opera un mecanismo de “selección” y se crea el hábito de separar inmediatamente lo que me gusta de lo que no me gusta, lo atractivo de lo feo. Con la misma lógica se eligen las personas con las que uno decide compartir el mundo. Así las personas o situaciones que herían nuestra sensibilidad o nos provocaban desagrado hoy sencillamente son eliminadas en las redes virtuales, construyendo un círculo virtual que nos aísla del entorno en el que vivimos».

Fratelli Tutti, nº 47

REFLEXIÓN PERSONAL:

En el Evangelio de hoy vemos como por su predicación y por su manera de actuar, Jesús incomodaba a las autoridades religiosas. Hoy también, bajo la apariencia de fidelidad a las leyes de la iglesia, o bajo las normas sociales de lo «IN» de lo «OUT» muchas personas son marginadas. Sin embargo, una vez más, Jesús reacciona como nadie espera:
• En la oración, cara a cara con Abba, se nutre y fortalece.
• Está cerca de la gente, cura, comparte y enseña, ¿qué enseñaba Jesús, que la gente acudía antes del amanecer?
• Es consciente de la realidad que le rodea, está alerta, se mantiene sereno.
• Hace uso de los medios disponibles en el entorno, de los signos y símbolos populares.
• Propone, cuestiona, ordena… «¡Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra!»
• No discute. Cambia el punto del juicio. No permite usar la ley de Dios para condenar al hermano o a la hermana.
• La acción simbólica de escribir en la tierra lo aclara todo. La palabra de la Ley de Dios tiene consistencia. Una palabra escrita en la tierra no la tiene. La lluvia o el viento la eliminan.
• Jesús se levanta y la mira: «Mujer, ¿dónde están? ¡Nadie te ha condenado! […] Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más».
El perdón de Dios elimina el pecado identificado y denunciado por la ley. Jesús es la luz que hace aparecer la verdad. La mujer, considerada culpable y merecedora de pena de muerte, está de pie, absuelta, redimida y dignificada.

CANCIÓN:

Himno Fratelli Tutti: “Todos hermanos” (Luis Alfredo Díaz)

ORACIÓN FINAL:

Abre mis ojos a la realidad que me rodea, hazme sensible al sufrimiento que generan mis actitudes de exclusión, y desármame de las piedras destructoras de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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