Oración del vigésimo noveno día de Cuaresma

Hoy es 25 Marzo 2020, Miércoles IV de Cuaresma, Solemnidad de La Anunciación Del Señor… Traemos a nuestra oración a todas las personas de la historia que han respondido “Hágase en mi“ al plan de Dios sobre ellas, especialmente a las Hijas de la Caridad, que hoy renuevan su compromiso con  el Señor. Escuchemos y oremos la narración del evangelista Lucas sobre la Anunciación.

EVANGELIO DEL DIA: Lucas 1, 26-38.

Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»

Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»

María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?»

El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.»

Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue”.

¡Palabra del Señor!; ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!.

TEXTO VICENCIANO: La Sencillez hace creerlo que se dice” (S.V.P. XI, 92)

«Os diré, pues, mis queridas Hijas, que el espíritu de las verdaderas aldeanas es sumamente sencillo: nada de finuras, nada de palabras de doble sentido; no son obstinadas ni apegadas a su manera de pensar, porque la sencillez les hace creer simplemente lo que se les dice. De esta forma, Hijas mías, tienen que ser también las Hijas de la Caridad; en esto conoceréis que lo sois de verdad, si todas sois sencillas, si no sois obstinadas en vuestras opiniones, sino sumisas a las de los demás, cándidas en vuestras palabras, y si vuestros corazones no piensan en una cosa, mientras que vuestras bocas dicen otra. Mis queridas Hermanas, quiero creer esto de vosotras. ¡Bendito sea Dios! ¡Bendito sea Dios, hijas mías!» .

REFLEXIÓN PERSONAL:

REFLEXIÓN PERSONAL: María de Nazaret es el modelo de aldeana sencilla que cree lo que Dios le dice, confía plenamente en los planes que Dios tiene para ella y deja que se cumpla en ella su Palabra. A pesar de sus circunstancias nada fáciles (mujer, judía, de un pequeño pueblo de Israel …) su Sí incondicional nos sirve de ejemplo, en este momento de pandemia mundial, María nos muestra el camino: Hágase en mi.
Eso mismo quiere San Vicente de Paúl para las Hijas de la Caridad, que sean mujeres sencillas que sirven con sencillez, que sean mujeres que asumen con amor el plan de Dios sobre ellas y lo hacen vida. En realidad eso es lo que Dios quiere de cada uno de nosotros: confianza plena en sus planes. Hoy también.

ORACIÓN FINAL:

Hoy, a imitación de María de Nazaret, quiero postrarme ante ti Señor Jesús y decir con mi boca, con mi corazón y con mi alma: Hágase en mí.
Dame capacidad para descubrir qué me dice tu Palabra aquí y ahora. Dame constancia para llevar a cabo  día a día lo que me pides. Y en estas circunstancias adversas y difíciles también quiero poner en tus manos mi vida.
Envía tu Espíritu para que me ilumine en el camino y para que me de la fortaleza suficiente para vivir según tu voluntad.
Que María nuestra Madre Milagrosa, nos proteja y nos cuide, nos sostenga y nos conduzca con amor hacia tu hijo, Jesús.
Amén.

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