Hoy es 6 Marzo 2020, Viernes I de cuaresma, Día de Abstinencia… Amor a Dios y a los hermanos; perdonar para ser perdonado; dejar odios, resentimientos, insultos, venganzas, desquites y represalias. Ya no más Talión, sino Reconciliación: ¿Mi Cuaresma me conduce a Vivir esta Justicia Divina del Amor, o la justicia de mínimos del mundo?…
EVANGELIO DEL DIA: Mateo 5, 20-26
“Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos. Habéis oído que se dijo a los antepasados: “No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal”. Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano “imbécil”, será reo ante el Sanedrín; y el que le llame “renegado”, será reo de la gehenna de fuego. Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda. Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo”.
¡Palabra del Señor!; ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!.
TEXTO VICENCIANO: “Hermanos Míos, Si el Hijo de Dios…”. (S.V.P. XI, 480-481).
«Hermanos míos, si el Hijo de Dios se mostraba tan bondadoso en su trato con los demás, su mansedumbre brilló todavía más en su pasión, hasta el punto de que no se le escapó ninguna palabra hiriente contra los deicidas que lo cubrían de injurias y de bofetones, y se reían de sus dolores . A Judas, que lo iba a entregar a sus enemigos, lo llamó amigo. ¡Vaya amigo! Lo veía venir a cien pasos, a veinte pasos; más aún, había visto a aquel traidor desde su nacimiento; y sale a su encuentro con aquella palabra tan cariñosa: “Amigo”. Y siguió tratando lo mismo a los demás. “¿A quién buscáis?”, les dijo. “Aquí estoy”. Meditemos todo esto, hermanos míos, y encontraremos actos prodigiosos de mansedumbre que superan el entendimiento humano; consideremos cómo conservó esta misma mansedumbre en todas las ocasiones. Y ¿qué es lo que dijo en la cruz? Cinco palabras de las que ni una sola demuestra la menor impaciencia. Es verdad que dijo: «Elí, Elí, Padre mío, Padre mío, ¿por qué me has abandonado?»; pero esto no es una queja, sino una expresión de la naturaleza que sufre, que padece hasta el extremo sin consuelo alguno, mientras que la parte superior de su alma lo acepta todo mansamente; si no, con el poder que tenía de destruir a todos aquellos canallas y de hacerlos perecer para librarse de sus manos, lo habría hecho, pero no lo hizo. ¡Jesús, Dios mío! ¡Qué ejemplo para nosotros que nos ocupamos en imitarte».
REFLEXIÓN PERSONAL: El primer medio de alabanza y Amor a Dios pasa por medio del perdón, de la reconciliación y la misericordia. Como discípulos de Cristo, estamos llamados a transmitir el Amor que él y elPadre tienen por la Humanidad. El mensaje evangélico es de Paz y Amor; Paz que no es ausencia de guerras, sino presencia de Dios, de Amor auténtico, sin venganza… Como lo narra Vicente, Cristo perdonó todo lo que le hicieron, por puro Amor, en paz, Manso, sin resentimientos, y sigue perdonando todo si se lo pedimos autenticamente arrepentidos.
ORACIÓN FINAL:
Quiero ser consciente de tu cercanía conmigo, Señor, valorando lo que haces por mí.
Me has perdonado muchas veces: concédeme verlo y palparlo para que, siguiendo tu ejemplo, mi corazón perdone y ame a los que me hieran de alguna forma.
¡Qué paz tiene quien no desea venganzas!
Que caiga en la cuenta de lo urgido que estoy de tu gracia y amor.
Amén.