Oración vigésimo día de Cuaresma

Hoy es lunes 25 de marzo de la tercera semana de Cuaresma. Solemnidad de la anunciación del Señor; En la Anunciación ha llegado, por fin, esa hora que fue anunciada por los profetas y que el pueblo esperaba desde hacía siglos. El encuentro del ángel con María resulta uno de los momentos más grandes de la historia de Israel y de toda la humanidad. Que sepamos ver en María un ejemplo a seguir.

Lc 1, 26-38

“Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin». María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios». Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel dejándola se fue”.

Palabra de Dios

TEXTO VICENCIANO

Ser sencillos: “Quiera Dios conservarnos en la sencillez de nuestros comienzos y san Vicente de Paúl nos reconocerá como discípulos suyos, si mantenemos ese carácter”.

(Federico Ozanam, “Discurso al Consejo General de la Sociedad de San Vicente de Paúl”, 10 de julio de 1953).

REFLEXIÓN PERSONAL

La voluntad de Dios es la ley suprema que establece la verdadera pertenencia a Él. María instaura un vínculo de parentesco con Jesús antes aún de darle a luz: se convierte en discípula y madre de su Hijo en el momento en que acoge las palabras del Ángel y dice: «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra». Este «hágase» no es sólo aceptación, sino también apertura confiada al futuro. ¡Este «hágase» es esperanza!

«María es la madre de la esperanza, la imagen más expresiva de la esperanza cristiana. Toda su vida es un conjunto de actitudes de esperanza, comenzando por el «sí» en el momento de la anunciación. María no sabía cómo podría llegar a ser madre, pero confió totalmente.» (Papa Francisco, 21 de noviembre de 2013)

CANCIÓN

“Hágase” (Ixcís)

ORACIÓN FINAL

Señor, tú has querido que la Palabra se encarnase en el seno de la Virgen María; concédenos, en tu bondad, que cuantos confesamos a nuestro Redentor, como Dios y como hombre verdadero, lleguemos a hacernos semejantes a él en su naturaleza divina. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. Amén.

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