Hoy uno de marzo de dos miles diecisiete, Miércoles de Ceniza, Pablo es el mensajero que nos pone el Señor al mundo para regalarnos la Palabra de Dios. Escuchémosle.
Segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 5, 20 — 6, 2
Hermanos: Nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios. Secundando su obra, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, porque él dice: «En tiempo favorable te escuché, en día de salvación vine en tu ayuda”; pues mirad, ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación.
Palabra de Dios
“La oración es para el alma lo que el alimento es para el cuerpo». SAN VICENTE PAÚL
Lo que acaba de decir Pablo en estos versículos le viene del poder de Dios, no depende del aplauso de los hombres de este mundo, por ello, el Apóstol habla como mensajero de Cristo. Suplica en lugar de Cristo. Dios y Cristo mismo están tras la predicación de Pablo y hablan por Él, luego la palabra de Pablo es palabra de Dios. Pablo llama a los hombres a que acepten la reconciliación de Dios, no se resistan a ella.
ORACIÓN FINAL
Eres un Padre que nos ama. No nos escogiste por ser los mejores, ni tan siquiera los más capaces para la misión. Acoge, Señor, nuestra renovada gratitud y compromiso por la causa de los pobre. Queremos seguir las huellas de tu hijo.