Oración vigesimotercer día de Cuaresma 2024

Hoy es jueves 7 de marzo., vigesimotercer día de Cuaresma.

Recordamos a Santas Perpetua y Felicidad, mártires.

Evangelio del día: Lc 11,14-23

En aquel tiempo, Jesús estaba expulsando un demonio que era mudo; sucedió que, cuando salió el demonio, rompió a hablar el mudo, y las gentes se admiraron. Pero algunos de ellos dijeron: «Por Beelzebul, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios». Otros, para ponerle a prueba, le pedían una señal del cielo. Pero Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae. Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?, porque decís que yo expulso los demonios por Beelzebul. Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces. Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios. Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están en seguro; pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos. El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama».

¡Palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!

Enseñanzas de San Vicente de Paúl

No he recibido ninguna carta de Marsella desde la última que les escribí. No dejo de mandar ésta a su dirección, en ausencia del padre, para rogarle que nos dé algunas noticias de Argel y Túnez, si sabe algo. Cada día estoy más preocupado por ellos, y pido a Nuestro Señor que, mientras esperamos algún remedio en las actuales circunstancias, nos conceda la gracia de mirar todas esas cosas tal como son en Dios, y no tal como parecen fuera de él, pues de lo contrario podríamos engañarnos y obrar de manera diferente de como él quiere.

SVP VII, 331

Para la reflexión personal

La respuesta de Jesús muestra la absurdidad del argumento de quienes le contradicen. De paso, esta respuesta es para nosotros una llamada a la unidad, a la fuerza que supone la unión. La desunión, en cambio, es un fermento maléfico y destructor. Precisamente, uno de los signos del mal es la división y el no entenderse entre unos y otros. Desgraciadamente, el mundo actual está marcado por este tipo de espíritu del mal que impide la comprensión y el reconocimiento de los unos hacia los otros.
Es bueno que meditemos cuál es nuestra colaboración en este “expulsar demonios” o echar el mal. Preguntémonos: ¿pongo lo necesario para que el Señor expulse el mal de mi interior? ¿Colaboro suficientemente en este “expulsar” y buscar la unidad? Es muy importante la respuesta de cada uno, es decir, la colaboración necesaria que ponemos desde lo personal.

Canción: Mar adentro (Toco para Dios)

Oración final

Como un ánfora de barro mi corazón se llena 

cada día de Ti. Cada día que pasa 

más y más Tú te adueñas de mi frágil vasija 

dándome desde adentro tu luminosa altura. 

Mi voz tan quebradiza atalaya las tuyas. 

Estoy marcado en medio del alma por tus manos, 

Alfarero tan íntimo, arcilla de los arroyos 

que me salpican siempre melodiosos cantares. 

¡Qué frágil es mi barro para que Tú lo mires! 

Qué fuerte tu ternura para que no me raje. 

Cómo sabes amarme sin que yo me haga añicos. 

Sólo Tú me has cocido para tenerte dentro. 

Señor, hasta los bordes de mi arcilla pequeña 

lléname cada aurora de tu luz infinita. 

Que no quede ni un hueco de mí mismo jamás 

para otra sed distinta de la tuya, Dios mío.

Amén.

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