Oración vigesimoséptimo día de Cuaresma 2024

Hoy es lunes 11 de marzo, vigesimoséptimo día de Cuaresma.

Europa celebra el día en memoria de las víctimas del terrorismo por ser el aniversario de los graves atentados que se produjeron en Madrid hace justamente veinte años.

Pongo en calma mi corazón y le pido al Espíritu que inspire mi diálogo con Dios a través de la oración que ahora inicio.

Evangelio del día: Jn 4,43-54

En aquel tiempo, Jesús partió de Samaría para Galilea. Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria. Cuando llegó, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta. Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.

Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm. Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue donde Él y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque se iba a morir. Entonces Jesús le dijo: «Si no veis señales y prodigios, no creéis». Le dice el funcionario: «Señor, baja antes que se muera mi hijo». Jesús le dice: «Vete, que tu hijo vive».

Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. Cuando bajaba, salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía. Él les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: «Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre». El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: «Tu hijo vive», y creyó él y toda su familia. Esta nueva señal, la segunda, la realizó Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.

¡Palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!

Enseñanzas de San Vicente de Paúl

En fin, Dios proveerá y cuidará también de su hijo, el de usted, sin que tenga que preocuparse por lo que le pueda pasar. Ofrezca al hijo y a la madre a nuestro Señor. El atenderá debidamente a usted y a su hijo. Déjele hacer solamente en usted su voluntad y confíe en él en todas sus tareas. Estas bastan para que quede usted totalmente consagrada a Dios. ¡Qué poco se necesita para ser santa: hacer en todo la voluntad de Dios!

SVP II, 34

Para la reflexión personal

El funcionario real tenía fe en Jesús; en primer lugar, acude a Él y cree en Él a través de su fama, algunas de sus palabras y del relato de sus milagros. Al final del episodio, creyó junto a toda su familia, cuando vieron por sí mismos los signos milagrosos que había obrado en sus vida.

Y es que la fe me permite ver la Presencia de Dios junto a mí, su impronta sanadora en cuanto me acontece. La fe me conduce a una oración auténtica, del mismo modo que el auténtico diálogo con Dios fortalece mi fe.

¿Cuántas cosas no he recibido de Dios? ¿Cuánta fe he puesto en lo que le he suplicado? ¿hasta dónde ha llegado mi confianza en Él?

Hoy vuelvo a sentir mi corazón inundado por Jesús, que es capaz de todo y me hace a mí capaz de todo. Porque sólo la fe basta para mover la pesada montaña de mi vida.

Canción: Jesús (Sarai Rivera)

Oración final

Del mismo modo que aquel hombre de Cafarnaúm, pido y me dejo hacer por el Señor. Miro el mundo y veo sus milagros a través de mi fe, igual que también mi fe se fortalece al contemplar las maravillas que obra el Señor en mi vida.

Jesús, gracias por mostrarme tu gran Poder, tu fidelidad, tu inconmensurable Amor. Que nunca deje yo de contemplarte así y de transmitir con mi palabra y con mis actos el don de la fe que he recibido.

Amén.

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