Hoy es martes 5 de marzo, vigesimoprimer día de Cuaresma.
Hoy la Iglesia celebra el día de San Adriano Martín él fue parte de la guardia del emperador Galerio y al ver la serenidad, la paz y el valor con los que los cristianos afrontaban el dolor y la muerte en manos de sus torturadores decidió convertirse al cristianismo.
Pongámonos en presencia del PADRE para que su Espíritu nos llene de su paz en este día
Evangelio del día: Mt 18,21-35
En aquel tiempo, Pedro se acercó entonces y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?». Dícele Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
»Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10.000 talentos. Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que lose le pagase. Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: ‘Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré’. Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda.
»Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía: ‘Paga lo que debes’. Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: ‘Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré’. Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: ‘Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?’. Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano».
¡Palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!
Enseñanzas de San Vicente de Paúl
Os ruego, padres, que se lo pidáis frecuentemente a Dios y que recéis mutuamente unos por otros, para que los misioneros se amen siempre entre sí. Consolémonos de que así ocurra al presente y pidamos a Dios que no permita que abandonemos alguna vez esta práctica del amor fraterno.
SVP XI, 557
Para la reflexión personal
El Evangelista nos recuerda la importancia que tiene en nuestras vidas perdonar.
El perdón construye, refuerza la convivencia, nos aporta estabilidad emocional y nos acerca a la paz interior. Perdonar restaura el sentimiento de amor y confianza. El perdón está vinculado a un mejor bienestar, a la presencia de emociones positivas, nos ayuda a alcanzar la armonía, nos hace más humanos, mejores personas. Y esto es lo que hoy quiere Dios de nosotros y nosotras, que seamos mejores cada día. Dios hoy nos invita a que seamos capaces de llevar a la práctica este amor fraterno del que nos habla San Vicente de Paúl un amor que se hace presente a través del perdón.
Canción: Si no tengo amor (Brotes de Olivo)
Oración final
Padre que seamos benévolos y benévolas con quienes no han hecho daño, con quienes nos han ofendido, nos han traicionado.. pues de otro modo no mereceremos que lo seas tú con nosotros y nosotras. Que seamos capaces de acercarnos a nuestros hermanos y hermanas con humildad reconociendo nuestras faltas de amor solo así podremos alcanzar nuestra paz interior.
Amén.