Oración vigesimonoveno día de Cuaresma 2024

Hoy es miércoles 13 de marzo, vigesimonoveno día de Cuaresma.

El que escucha mi Palabra y cree en Aquél que me ha enviado, tiene vida Eterna. El amor de Cristo nos lleva al amor del Padre, a través de la oración personal, sencilla, humilde, y la cercanía a los sacramentos.  

Evangelio del día: Jn 5,17-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo» Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios.

Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: «En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace Él, eso también lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que Él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis. Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado. En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida.

«En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre. No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio. Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado».

¡Palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!

Enseñanzas de San Vicente de Paúl

El servicio del prójimo. El dejar a Dios por Dios no es dejar a Dios, esto es, dejar una obra de Dios para hacer otra, o de más obligación o de mayor mérito.

SVP IX, 297

Para la reflexión personal

El Evangelio de hoy nos deja algo confusos; Jesús hablando de muchas cosas al mismo tiempo como si estuviera apurado por enseñar y defenderse de los poderosos que querían matarlo. Estaba preocupado por cumplir su misión hasta el momento final.

Ese es el gran misterio que la entrega de Jesús en la cruz pone de manifiesto al mundo, pero que Él, con toda su vida nos lo testimonia. Jesús es el reflejo del Padre; lo manifiesta, lo dice. 

Y yo me puedo preguntar en el día de hoy ¿yo soy reflejo de Jesús? ¿Qué están reflejando mis acciones?

Canción: Llamados (Salomé Arricibita)

Oración final

Tú, Dios mío, que me tratas como hijo querido.

Tú, que siempre me tiendes la mano.

Tú, que escuchas mis peticiones y deseos,

no permitas que me aparte de ti.

Amén.

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