Hoy es viernes 8 de marzo, vigesimocuarto día de Cuaresma.
Busco un momento apropiado para esta oración, hago silencio interior. Me hago especialmente consciente de que el Señor sale a mi encuentro en su Palabra, tiene una Buena Noticia para mi vida, quiere iluminarla.
Evangelio del día: Mc 12,28b-34
En aquel tiempo, uno de los maestros de la Ley se acercó a Jesús y le hizo esta pregunta: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?». Jesús le contestó: «El primero es: ‘Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas’. El segundo es: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No existe otro mandamiento mayor que éstos».
Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios». Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios». Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.
¡Palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!
Enseñanzas de San Vicente de Paúl
Hermanos míos, ¡qué dicha para a la compañía tener tan buenos sujetos, como son todos esos siervos de Dios que acabo de mencionar! Así es, hermanos míos, ésa es la situación en que todos nosotros tenemos que estar, esto es, dispuestos y preparados para dejarlo todo para servir a Dios y al prójimo, y al prójimo, fijaos bien, al prójimo por amor a Dios.
SVP XI, 378
Para la reflexión personal
Cuánto nos gusta a las personas separar, catalogar, etiquetar, distinguir, y, en muchas ocasiones, eso sólo crea división y dificultad. La experiencia del pueblo judío con Dios se había cristalizado en una sencilla síntesis: amar a Dios y amar al prójimo. Sabemos, también, que esa sencillez se complicó con innumerables normas, leyes y preceptos; igual que la comprensión de quién era el prójimo. Jesús recupera y propone lo esencial, y así va predicando el Reino de Dios. San Vicente de Paúl así lo entendió también, y lo enseña a sus misioneros: “servir al prójimo por amor a Dios”.
Canción: Como nos ama Dios (Son By Four)
Oración final
Danos, Señor, la virtud de la sencillez, la gracia de vivir lo esencial en medio de este mundo polarizado. Transforma nuestra mirada con tu luz para que, cuando nos esforcemos por amar a nuestro prójimo, especialmente al más vulnerable y necesitado, podemos verte en él.
Amén.