Hoy es miércoles 20 de marzo, trigésimo sexto día de Cuaresma.
Estamos en los últimos días de la Cuaresma. Leyendo el evangelio Jesús pide vivir como Él ha vivido, que nos mantengamos en su Palabra, hacer vida su verdad para ser totalmente libres. Leamos el evangelio.
Evangelio del día: Jn 8,31-42
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos que habían creído en Él: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres». Ellos le respondieron: «Nosotros somos descendencia de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Os haréis libres?». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo. Y el esclavo no se queda en casa para siempre; mientras el hijo se queda para siempre. Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres. Ya sé que sois descendencia de Abraham; pero tratáis de matarme, porque mi Palabra no prende en vosotros. Yo hablo lo que he visto donde mi Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído donde vuestro padre».
Ellos le respondieron: «Nuestro padre es Abraham». Jesús les dice: «Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham. Pero tratáis de matarme, a mí que os he dicho la verdad que oí de Dios. Eso no lo hizo Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre». Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos nacido de la prostitución; no tenemos más padre que a Dios». Jesús les respondió: «Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he salido y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino que Él me ha enviado».
¡Palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!
Enseñanzas de San Vicente de Paúl
Acuérdese, padre, de que vivimos en Jesucristo por la muerte en Jesucristo, y que hemos de morir en Jesucristo por la vida de Jesucristo, y que nuestra vida tiene que estar oculta en Jesucristo y llena de Jesucristo, y que, para morir como Jesucristo, hay que vivir como Jesucristo. Pues bien, puestos estos fundamentos, démonos al menosprecio, a la vergüenza, a la ignominia y desaprobemos los honores que recibimos, la buena reputación y los aplausos que se nos dan y no hagamos nada que no sea para este fin.
SVP I, 320
Para la reflexión personal
Vivir en la Verdad porque la verdad nos hace libres. Vivir como Jesucristo. Esta frase de San Vicente abarca la vida entera de un cristiano. Que nuestra vida entera sea vivir en la Verdad. Tan sencillo y tan difícil. Nosotros, hijos de nuestro tiempo, nos sentimos libres, abanderamos los derechos humanos (¡cómo no hacerlo!), podemos expresar nuestros pareceres sin miedo, sin censuras, vivimos libres… ¿Pero lo somos realmente?
Dice José Mª Olaizola que la verdadera libertad está aún adelante. Se va conquistando a lo largo de la vida. Es ir aceptando y venciendo en las luchas que toca afrontar: con Dios, contigo mismo, con los otros. Es aprender a bailar con las limitaciones (propias y ajenas), sin drama ni indiferencia. Es ir despojando de capas innecesarias la vida. Aprendiendo a ver la belleza sin quedar cegado por brillos efímeros. Es valorar lo que tienes, con la perspectiva de un mundo donde tantas necesidades hay. Y aprender a compartirlo. Es encontrar tu misión. Y volcarte en ella. Quizás, hasta la última hora, nunca seremos enteramente libres. Pero estamos en camino.
Canción: Ya no soy esclavo (Twice música)
Oración final
Terminamos este momento de silencio con una oración de José María Rodríguez Olaizola.
LOS MISMOS SENTIMIENTOS DE CRISTO
Tener tus sentimientos, Señor, es enraizarse en la historia.
Compartir el ansia de esta creación, hambrienta de existencia y destino.
Apreciar lo diminuto, lo lastimado, lo ignorado por voceros de apariencias.
Acoger a quien no encaja en los moldes de lo conveniente y lo oportuno.
Sonreír, enarbolando una esperanza que no se apaga.
Temer, y vencer al miedo.
Salvar distancias para trenzar afectos, aun arriesgando todo.
Llorar, ante la cruz ajena y en la propia
por la justicia lacerada, por la inocencia vulnerada, por la verdad adulterada
Y exultar, anticipando la vida plena resucitada.
Amén.