Oración trigésimo séptimo día de Cuaresma 2024

Hoy es jueves 21 de marzo, trigésimo séptimo día de Cuaresma.

Hago silencio en mi interior, voy a dedicar unos minutos de mi ajetreado día a rezar, a encontrarme con Jesús. A escuchar su palabra y dejar que resuene en mi interior.

Evangelio del día: Jn 8,51-59

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás». Le dijeron los judíos: «Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abraham murió, y también los profetas; y tú dices: ‘Si alguno guarda mi Palabra, no probará la muerte jamás’. ¿Eres tú acaso más grande que nuestro padre Abraham, que murió? También los profetas murieron. ¿Por quién te tienes a ti mismo?». Jesús respondió: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada; es mi Padre quien me glorifica, de quien vosotros decís: ‘Él es nuestro Dios’, y sin embargo no le conocéis, yo sí que le conozco, y si dijera que no le conozco, sería un mentiroso como vosotros. Pero yo le conozco, y guardo su Palabra. Vuestro padre Abraham se regocijó pensando en ver mi día; lo vio y se alegró». Entonces los judíos le dijeron: «¿Aún no tienes cincuenta años y has visto a Abraham?». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: antes de que Abraham existiera, Yo Soy». Entonces tomaron piedras para tirárselas; pero Jesús se ocultó y salió del Templo.

¡Palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!

Enseñanzas de San Vicente de Paúl

Para entender bien todo esto, hermanas mías, hay que saber que hay dos clases de amor: uno se llama afectivo y el otro efectivo. El amor afectivo procede del corazón. La persona que ama está llena de gusto y de ternura, ve continuamente presente a Dios, encuentra su satisfacción en pensar en él y pasa insensiblemente su vida en esta contemplación. Gracias a este mismo amor cumple sin esfuerzo, e incluso con gusto, las cosas más difíciles y se muestra cuidadosa y vigilante en todo lo que puede hacerla agradable a Dios; finalmente, se sumerge en este divino amor y no encuentra ninguna satisfacción en otros pensamientos. Hay amor efectivo cuando se obra por Dios sin sentir sus dulzuras. Este amor no es perceptible al alma; no lo siente; pero no deja de producir su efecto y de cumplir su misión.

SVP IX, 432

Para la reflexión personal

Es el Padre el que glorifica a Jesús, y es Dios Padre el que nos glorifica a cada uno de nosotros Y su amor es como explica San Vicente en su conferencia afectivo y efectivo. Así nos invita Jesús a vivir la glorificación amando a Dios desde el corazón y desde las obras. Algunas veces el amor a Dios nos colma e inunda nuestra vida, otras veces sin este sentimiento elegimos cumplir nuestra misión. Y es así como damos gloria a Dios con nuestra vida diaria y es así como Dios nos glorifica a nosotros.

Canción: Mi Padre me ama (Juan Luis Guerra)

Oración final

Y al finalizar este rato de oración le pido a Jesús lo que más necesito en este final de la cuaresma: amor afectivo o amor efectivo. Y le digo: 

Señor Jesús confío en tí. Pongo mi vida al servicio de tu Reino. Dame lo que Tú sabes que necesito. Lléname de fortaleza para realizar el servicio que me encomiendas. 

Amén.

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