Oración noveno día de Cuaresma

Hoy es 2 de marzo, jueves de Cuaresma, y el Evangelio nos invita a pedir con confianza al Padre y la unidad eclesial en todo aquello que hagamos.

EVANGELIO DEL DÍA: Mt 7,7-12

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.
Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!
Así, pues, todo lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo vosotros con ellos; pues esta es la Ley y los Profetas»
.

¡Palabra del Señor!; ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!

TEXTO:

Cambiarnos a nosotros mismos –los sujetos– supone demasiado desprendimiento y apertura; modificar –las estructuras– implica transformaciones reales que dan mucho miedo porque supone salir de esa zona de confort que ofrece una estructura ya consolidada y no digamos la dificultad que trae proponer –procesos y acontecimientos sinodales– que se realicen de manera diferente a lo que estábamos acostumbrados.

Consuelo Vélez. Por un laicado decididamente sinodal.

REFLEXIÓN PERSONAL:

En muchas ocasiones, el miedo nos impide dar el paso para cambiar. Otras veces, son nuestros complejos e inseguridades las que nos impiden salir de nuestra zona de confort. El orgullo también hace su trabajo y nos impide pedir ayuda para conseguir lo que deseamos. Nuestro Padre Dios, está pendiente y nos acompaña en todo momento pero somos cada uno de nosotros, la persona que tiene que decidir comenzar a dar pasos para el cambio. Y no estamos solos. Sólo tenemos que salir de nosotros mismos para abrirnos al prójimo. ¿Cuáles son esos miedos que me ponen a la defensiva ante el cambio?

CANCIÓN: Pedid y se os dará (Ruah)

ORACIÓN FINAL:

Hoy me acerco a Ti para pedirte. Te pido que abras cada una de esas puertas que mantengo cerradas a Tu presencia. Te pido que dirijas mi mirada hacia lugares y personas nuevas. Te pido que sepa aceptar los cambios que son necesarios para realizar tu Misión con mayor fidelidad. Te pido que cada día me atreva a ser cada vez más NOSOTROS.

Amén.

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