Hoy es 26 de febrero. Bienvenidos a nuestro primer domingo de Cuaresma. Hoy iniciamos un camino de acompañamiento a Jesús.
¿Qué somos y qué podemos esperar de nuestra realidad humana? nos podemos preguntar.
La fe, muy contrastada en la historia de una humanidad doliente, nos abre a la esperanza si superamos la tentación del desánimo y del camino fácil.
EVANGELIO DEL DÍA: Mt 4,1-11
En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre.
El tentador se le acercó y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes».
Pero él le contestó:
«Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”».
Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”».
Jesús le dijo: «También está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”».
De nuevo el diablo lo llevó a un monte altísimo y le mostró los
reinos del mundo y su gloria, y le dijo: «Todo esto te daré, si te postras y me adoras».
Entonces le dijo Jesús: «Vete, Satanás, porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”».
Entonces lo dejó el diablo, y he aquí que se acercaron los ángeles y lo servían.
¡Palabra del Señor!; ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!
TEXTO:
El protagonista del Sínodo es el Espíritu Santo. «La acción del Espíritu en la comunión del Cuerpo de Cristo y en el camino misionero del Pueblo de Dios es el principio de la sinodalidad».
La Sinodalidad en la vida y en la misión de la Iglesia. Nº 46
REFLEXIÓN PERSONAL:
La vida de Jesús estaba impulsada por el Espíritu de Dios.
Lo acabamos de escuchar: «Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu».
Busca ser fiel al Espíritu de Dios que lo empuja a anunciar la Buena Noticia. Esa es su vocación y la nuestra. Hacer visible el Reino de Dios, la voluntad del Padre para todos sus hijos.
Por el camino no faltarán las pruebas. El Reino de Dios no es un espectáculo. Al contrario, el Reino de Dios busca abrirse paso en los corazones, en las relaciones humanas y en la historia. Es ahí, en la profundidad de la vida, ahí donde la humanidad nos jugamos nuestro ser o no ser, enviado como fue Jesús.
Por lo tanto, tengamos fidelidad al Padre y a la voluntad de Espíritu que nos guía.
CANCIÓN: Sopla (Salomé Arricibita)
ORACIÓN FINAL:
Jesús, amigo y hermano nuestro,
de nuevo hemos visto la tentación
asomarse en tu caminar decidido,
anunciador el Reino del Padre.
Hemos comprobado, una vez más,
tu profunda humanidad,
la fortaleza y determinación
con que la hiciste frente y superaste.
Gracias por tu humildad y tu grandeza,
gracias por tu ejemplo
y gracias por no desviarte nunca
del camino del amor en obediencia.
Ayúdanos a nosotros, tus hermanos.
Danos tu amor, tu fidelidad.
Haznos discípulos sencillos y auténticos,
fieles a la voluntad del Padre, como tú.
Danos tu Espíritu.
Amén.