Hoy es 24 de marzo, miércoles de la quinta semana de Cuaresma. Cada vez estamos más cerca de la Pascua y en el Evangelio, el mensaje de Jesús se muestra más directo y radical. Quiénes se mantengan fieles, serán libres. Ponte en posición de escucha y oye lo que tiene que decirte.
EVANGELIO DEL DÍA: Jn 8,31-42
«En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: “Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Le replicaron: “Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: ‘Seréis libres’?”. Jesús les contestó: “En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre”. Ellos replicaron: “Nuestro padre es Abrahán”. Jesús les dijo: “Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios; y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre”. Le replicaron: “Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios”. Jesús les contestó: “Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió”».
¡Palabra del Señor!; ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!
TEXTO ENCÍCLICA:
«Hay muchas maneras de pasar de largo que se complementan: una es ensimismarse, desentenderse de los demás, ser indiferentes. Otra sería sólo mirar hacia afuera. Respecto a esta última manera de pasar de largo, en algunos países, o en ciertos sectores de estos, hay un desprecio de los pobres y de su cultura, y un vivir con la mirada puesta hacia fuera, como si un proyecto de país importado intentara forzar su lugar. Así se puede justificar la indiferencia de algunos, porque aquellos que podrían tocarles el corazón con sus reclamos simplemente no existen. Están fuera de su horizonte de intereses».
Fratelli Tutti, nº 73
REFLEXIÓN PERSONAL:
Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. Hay verdades que agradan, pero otras, son tan horribles o incomprensibles que no queremos conocer ni pensar que puedan existir. Si hacemos que no vemos o no preguntamos, a lo mejor esa realidad desaparece. Las redes sociales, los canales de televisión a la carta, nos ayudan a ignorar o contornar ciertas realidades. A pesar de nuestros esfuerzos, el año pasado nos trajo la muerte, la incertidumbre y el desamparo a la puerta de casa. Para muchos, este siempre ha sido y seguirá siendo su día a día, pero para nosotros esa verdad no existía, hasta ahora. ¿Cuál va a ser nuestro nuevo normal? ¿Queremos continuar a ignorar lo que Jesús nos dice, lo que sabemos que ocurre a nuestro alrededor? Márcate un compromiso.
CANCIÓN:
ORACIÓN FINAL:
Convierte mi mirada Señor: para que sepa ver el amor escondido,
para que descubra las heridas de quienes me rodean y quiera curarlas;
para que vea más problemas reales y menos figurados;
para que perciba las lágrimas ajenas;
para que mire al mundo como es y lo ame y me deje amar,
y encuentre un día que soy parte de algo grande.
Transforma mi mirada Señor para que intuya las posibilidades de paz,
de concordia, de justicia, de amor.
Convierte mi mirada Señor.
Convertirse es comprometerse un poco más.
Hazme alguien comprometido con mi mundo, Señor.
Dame una causa, mil causas por las que luchar, trabajar, soñar, esforzarme.
Dame coraje para perseverar cuando el camino se haga difícil.
Dame paciencia para sobrellevar los obstáculos sin rendirme.
Dame ilusión para seguir creyendo cuando me quede sin apoyos.
Dame fuerza para complicarme en batallas buenas.
Dame manos para acariciar, pies para caminar,
palabra para cantar siempre a favor de un mundo bueno.
Convertirse es creer en Ti, en mí, en las posibilidades… Dame Fe Señor.
Fe en las posibilidades de una Creación, que, aun rota, sigue siendo tu mundo.
Fe en que los seres humanos somos capaces de algo verdaderamente grande,
pese a todo lo que hoy nos vuelve escépticos.
Dame Fe, Señor, en que, a pesar de lo frágil que soy, sin embargo,
tu fuerza puede manifestarse en mí.
Ayúdame a creer en el ser humano,
a pesar de los escenarios de miseria, destrucción, odio.
Dame capacidad para seguir soñando,
y creer que el futuro puede ser bueno. Amén.