Oración decimosexto día de Cuaresma

Hoy es jueves 21 de marzo de la segunda semana de Cuaresma, y el evangelio de hoy nos ilumina con la parábola del rico Epulón y del pobre Lázaro.

Lc 16, 19-31

“En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico… pero hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado. Estando en el infierno entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Y, gritando, dijo: «Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama». Pero Abraham le dijo: «Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros». Replicó: «Con todo, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también ellos a este lugar de tormento». Le dijo Abraham: «Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan». Él dijo: «No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán». Le contestó: «Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite».

Palabra de Dios

TEXTO VICENCIANO

El pecado de acumular bienes: “Es una locura consumir los días acumulando lo que no ha de disfrutarse; es una locura, asimismo, amontonar para los hijos. Los hijos que ven formarse tras de sí un montón de oro se sienten fuertemente tentados a sentarse sus pies, cruzándose de brazos. Prepararles una fortuna es, con frecuencia, invitarlos al pecado de pereza.

Y, además, eso de los hijos no es a veces sino un respetable pretexto; levantad el velo y veréis el egoísmo, el egoísmo que encuentra en la propiedad un medio de extender y prolongar, en cierto sentido, la personalidad que se complace en rodearse con muchas cosas en el presente y dejar mucho tras de sí para el porvenir”. .

(Federico Ozanam, carta a Francois Lallier, 5 de noviembre de 1836).

REFLEXIÓN PERSONAL

La reflexión de hoy nos lleva a analizar desde el texto de Ozanam el mundo en que vivimos y el estilo con el que queremos vivir en él. ¿Soy yo de los que acumulan? Unamos esta reflexión a la lectura del rico y el pobre Lázaro, y plantearnos qué nos dirá el Padre cuando nos encontremos con él. Ahora estamos a tiempo de plantearnos con los ojos de la fe cómo queremos que sea nuestra vida.

CANCIÓN

“Hacen falta brazos” (Nico Montero)

ORACIÓN FINAL

Padre hoy ponemos en tus manos nuestra vida, reconocemos que somos pecadores y sabemos que tenemos a tu hijo Jesucristo como modelo de entrega por amor. Te pedimos con humildad de hijos que nos envíes tu Espíritu para que nos ilumine en nuestro camino y para que nos de la fortaleza suficiente para vivir según tu voluntad. Amén.

Entrada anterior
Oración decimoquinto día de Cuaresma
Entrada siguiente
Oración decimoséptimo día de Cuaresma
Menú