Hoy es miércoles 21 de febrero de 2018, día en que reflexionamos juntos sobre la grandeza de Dios encarnado en el hombre. Abracemos la historia de la Salvación y dejémonos iluminar por la sabiduría del Espíritu.
Lc 11, 29-32
La multitud se aglomeraba y él se puso a decirles: -Esta generación es malvada: reclama una señal, y no se le concederá más señal que la de Jonás. Como Jonás fue una señal para los ninivitas, así lo será este Hombre para esta generación. La reina del sur se alzará en el juicio contra esta generación y la condenará; porque ella vino del extremo de la tierra para escuchar el saber de Salomón, y aquí hay alguien mayor que Salomón. El día del juicio los ninivitas se alzarán contra esta generación y la condenarán; porque ellos se arrepintieron por la predicación de Jonás, y aquí hay alguien mayor que Jonás.
Palabra de Dios
TEXTO DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
Compendio nº 70.-La Iglesia tiene el derecho de ser para el hombre maestra de la verdad de fe; no sólo de la verdad del dogma, sino también de la verdad moral que brota de la misma naturaleza humana y del Evangelio 95. El anuncio del Evangelio, en efecto, no es sólo para escucharlo, sino también para ponerlo en práctica: la coherencia del comportamiento manifiesta la adhesión del creyente y no se circunscribe al ámbito estrictamente eclesial y espiritual, puesto que abarca al hombre en toda su vida y según todas sus responsabilidades. Aunque sean seculares, éstas tienen como sujeto al hombre, es decir, a aquel que Dios llama, mediante la Iglesia, a participar de su don salvífico. Al don de la salvación, el hombre debe corresponder no sólo con una adhesión parcial, abstracta o de palabra, sino con toda su vida, según todas las relaciones que la connotan, en modo de no abandonar nada a un ámbito profano y mundano, irrelevante o extraño a la salvación. Por esto la doctrina social no es para la Iglesia un privilegio, una digresión, una ventaja o una injerencia: es su derecho a evangelizar el ámbito social, es decir, a hacer resonar la palabra liberadora del Evangelio en el complejo mundo de la producción, del trabajo, de la empresa, de la finanza, del comercio, de la política, de la jurisprudencia, de la cultura, de las comunicaciones sociales, en el que el hombre vive.
REFLEXIÓN PERSONAL
Dios escribe mi historia de vida, mi historia de Salvación, al igual que escribió la del Pueblo de Israel, y constantemente nos recuerda su presencia con nosotros. ¿Siento en mi vida la presencia de Dios que se hace Amor en el hermano?. ¿O sigo esperando señales con las que poder aumentar mi fe?.
ORACIÓN FINAL
Señor danos una señal, que tu señal sea el Amor sobre nosotros. Haznos fieles a tu verdad, para que seamos en la tierra reflejo de tu justicia y que juntos podamos hacer resonar la Palabra liberadora del Evangelio. Amén.