Oración sexto día de Cuaresma

Hoy es lunes 11 de marzo de la primera semana de Cuaresma. Dispongamos nuestro espíritu, abriéndolo a la interpelación que el Evangelio ahora nos hace, a ser Testigos que llevan el Amor de Dios, pero primando a los favoritos ante sus ojos, y en quienes se encarna, aquellos que son principal objeto de su Misericordia: los sufrientes y empobrecidos de este mundo. Escuchémoslo con el corazón.

Mt 25, 31-46

“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: «Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme.» Entonces los justos le responderán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?» Y el Rey les dirá: «En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis». Entonces dirá también a los de su izquierda: «Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis.» Entonces dirán también éstos: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?» Y Él entonces les responderá: «En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo.» E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna”.

Palabra de Dios

TEXTO VICENCIANO

Asistir a los pobres más que darles pan: “La asistencia humilla cuando atiende al hombre solo en sus necesidades físicas, cuando no se preocupa más que de los sufrimientos de la carne, del grito del hambre y del frío, de lo que da lástima, de lo que se asiste hasta en los animales. [ … ] La asistencia humilla cuando no hay reciprocidad. [ … ] Pero la asistencia honra cuando toma al hombre en su parte superior y se ocupa, en primer lugar, del alma, de su educación religiosa, moral y política, de todo lo que le hace libre de sus pasiones y de una parte de sus necesidades, de todo lo que le hace libre y lo que le puede hacer grande. La asistencia honra cuando, al pan que alimenta, se añade la visita que consuela. [ … ]

Cuando trata al pobre con respeto, y no solo como a un igual, sino como a un superior, pues sufre como tal vez nosotros no seríamos capaces de soportar; cuando se le trata como a un enviado de Dios para probar nuestra justicia y nuestra caridad, para salvamos por nuestras obras. Entonces la asistencia se hace honrosa, puesto que puede convertirse en algo mutuo, puesto que todo hombre que ofrece hoy una palabra, un parecer, un consuelo, puede tener necesidad de eso mismo mañana”.

Extracto del texto de Federico Ozanam «Asistir a los pobres es más que darles pan («La asistencia que humilla y la que honra», artículo en el periódico “l’Ere nouvelle”, 1848).

REFLEXIÓN PERSONAL

No se puede entender que el verdadero cristiano no se misericordioso, como no se podría entender a Dios sin su Misericordia; esa es la Palabra Síntesis del Evangelio: Misericordia. Porque ésta honra, dignifica a la persona integralmente, la libera y la salva, y tiene un efecto de reciprocidad mutua porque libera y salva a quien la ejerce, ya que no sólo actúa desde Dios, sino que encuentra a Dios mismo en aquel a quien sirve y consuela.

CANCIÓN

“Ser Con La Vida” (Brotes De Olivo)

ORACIÓN FINAL

Señor, quiero emplear mi vida en amarte y servirte con obras en favor de mis hermanos: ¿para qué quiero la vida sino para darla por Amor? Gracias por mostrarme en el camino de la Misericordia y a Caridad la Misión en la que empeñar mi Vida, entregándome a Ti en mi prójimo. Amén.

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