Hoy es sábado 9 de marzo, vigesimoquinto día de Cuaresma.
Me dispongo a realizar un rato de encuentro con el Padre. Para ello me preparo: preparo lo que me rodea, me preparo yo. Me sereno, respiro, me concentro y me dispongo a leer la Palabra.
Evangelio del día: Lc 18,9-14
En aquel tiempo, Jesús dijo también a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, esta parábola: «Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: ‘¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias’. En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ‘¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!’. Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce será humillado; y el que se humille será ensalzado».
¡Palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!
Enseñanzas de San Vicente de Paúl
El espíritu de vuestra Compañía consiste en tres cosas: amar a nuestro Señor y servirle
con espíritu de humildad y de sencillez. Mientras reinen en vosotras la caridad, la
humildad y la sencillez, se podrá decir: «Todavía vive la Compañía de la Caridad»; pero
cuando dejen de verse estas virtudes, se podrá decir: «La pobre Caridad se ha muerto».
Una Hija de la Caridad que no tiene humildad ni caridad
Para la reflexión personal
“¿Cuántas son las personas capaces de decir que Jesús es el Señor?, muchas. Pero es difícil decir: Soy un pecador, soy una pecadora. Es más fácil decirlo de los otros, cuando se dicen los chismes… Todos somos doctores en ésto, ¿verdad?” Son palabras del papa Francisco.
La Cuaresma siempre es un tiempo regalo para ello: para sentir esa necesidad de transformarnos. En muchas ocasiones nosotros también somos como el publicano, o el fariseo… Piensa y pon en manos del Padre qué y cuánto de ti debe cambiar.
Y no te preocupes, si no entiendes nada, si en ocasiones te sientes incapaz.
Canción: Cosas de locos (Alberto y Emilia Arija)
Oración final
Dame Padre fuerzas para atreverme a romper cadenas:
Esas que me ahogan y ahogan
Esas que me oprimen y oprimen
Dame ganas para abandonar seguridades
Que sólo me atan más y más a mi zona de confort.
Y dame valentía para andar contracorriente porque en el fondo:
Merece la pena estar loco
Amén.