Hoy es 31 de marzo y te invito a dar testimonio de tu fe, como Jesús. Vivo en el lado complejamente humano de la vida. Vivo en el lado sagradamente humano de la vida.
EVANGELIO DEL DÍA: Jn 5,31-47
«En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:
“Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es verdadero el testimonio que da de mí.
Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz.
Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado.
Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su rostro, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no lo creéis.
Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros.
Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ese sí lo recibiréis.
¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?”».
¡Palabra del Señor!; ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!
TEXTO VICENCIANO:
«Misión y comunión son inseparables, así como lo son corresponsabilidad y complementariedad. Nuestro rico carisma vicenciano al vivir la misión compartida puede satisfacer mejor las expectativas que Dios tiene para su reino. Siendo corresponsables, aportando lo mejor de nosotros mismos y de nuestras ramas, podremos ayudarnos mutuamente complementando nuestras debilidades. De esta manera nos acercamos al mejor servir, a amar a éstos nuestros amos y señores. Como misioneros vicencianos estamos llamados todos (padres, hermanas y laicos) a poner al servicio de la misión todas las capacidades en igualdad, libertad, gratuidad. Al mismo tiempo somos conscientes que la Misión Compartida plena es una utopía, pero como decía Galeano “Cuando yo camino dos pasos, la utopía se aleja otros dos. La utopía sirve para caminar”».
Vida en Misión. Art.12.
REFLEXIÓN PERSONAL:
En tiempos tan desafiantes como los que vivimos, donde el poder, el interés y la invasión parecen envolverlo todo, volver a lo esencial nos trae libertad y calma, nos ordena, nos urge a plantearnos lo que realmente buscamos, dónde y cómo lo hacemos; desde qué lugares vitales leemos la realidad y participamos en el devenir común de nuestra comunidad humana y aún más allá, en comunión con la Creación entera de la que somos parte.
CANCIÓN: Declaración de domicilio (Cristóbal Fones)
ORACIÓN FINAL:
Vuelta a lo esencial, servir y amar a nuestros amos y señores.
Misión y comunión, corresponsabilidad y complementariedad, en igualdad, libertad, gratuidad.
Amén.