Última Cena

Todo lo que rodeaba a la Cena Judía
La Pascua judía era una fiesta conmemorativa que se celebraba en primavera: recordaba el acontecimiento fundante del antiguo pueblo de Dios, su paso de la esclavitud a la libertad. Y ello gracias a la intervención de Adonay, su Dios, a su favor.
La Pascua, el Paso de Yahvé, es un acontecimiento definitivo y liberador para el pueblo judío: un hecho decisivo en su historia, porque no sólo libera a su pueblo de la esclavitud a que estaba sometido por los egipcios, sino que lo hace encontrarse consigo mismo como pueblo. El pueblo hebreo se descubre a sí mismo como pueblo escogido: a pesar de ser pequeño y esclavo, Adonay actúa siempre en su favor con grandes prodigios.
Con esta celebración anual se cumplía el mandato que Dios hiciera a su pueblo en el Éxodo, (Ex 12, 14): “Este será un día memorable para vosotros, y lo celebraréis como fiesta en honor de Yahvé de generación en generación. Decretareis que sea fiesta para siempre”.
Era una cena de familia. Después del sacrificio del cordero en el templo, se reunían en casa para comerlo en familia, en grupos grandes alrededor de la mesa.
Los comensales debían llevar la cintura ceñida, calzadas las sandalias y un bastón en la mano, debían comerlo de pie y a toda prisa, como quien va inmediatamente a partir.
El padre de familia debía tener una homilía-reflexión explicando el sentido de la fiesta, para contestar las preguntas que el miembro más joven de la familia debía hacerle. Debía quedar clara la diferencia entre aquella cena solemne y las demás comidas.

1. Comenzamos la cena todos de pie y cantando:

Ixcis «Caminaré»

2. Un lector lee Ex. 12, 1-8. 11-14

3. BENDICIÓN DE LA LUZ

(Se permanece de pie).
(La madre enciende una vela que hay en la mesa principal y lee la siguiente bendición:)
MADRE.-: ¡Bendito seas, Adonay, Dios Nuestro, Rey del Universo, que nos santificaste con tus mandamientos y nos ordenaste encender la lámpara del día de fiesta.
¡Bendito seas, Adonay, Dios Nuestro, Rey del Universo, que nos diste la vida, nos conservaste y nos has permitido llegar al día de hoy.
Que al encender estas velas, esta casa sea tuya; que tu protección caiga sobre nosotros trayéndonos paz y bendición a todos. AMEN.
(Despúes de encienden el resto de velas de la vela principal)
(Se sientan todos)

4.- SEDER

Santificación del nombre de Dios.
(Se sirve la primera copa de Vino. Una vez están todos servidos, se ponen en pie y la levantan para iniciar la bendición. Cada vez que oigamos la expresión “Adonay” haremos una inclinación con la cabeza)
PADRE.- ¡BENDITO SEAS, ADONAY, DIOS NUESTRO, REY DEL UNIVERSO, CREADOR DEL FRUTO DE LA VID!
TODOS.- ¡Bendito seas, Adonay, Dios nuestro, Rey del Universo, que nos has elegido de entre todos los pueblos y nos has elevado por encima de todas las naciones; y nos santificaste con tus preceptos, y nos diste con amor, Adonay, Dios nuestro, estas fiestas anuales para el gozo y para la alegría; fiestas de los ácimos, tiempo de nuestra liberación, reunión santa, memorial de la salida de Egipto.
Porque nos has elegido y santificado ante la faz de todos los pueblos, y nos has hecho heredar con gozo y alegría, las fiestas anuales de tu santidad.
¡ Bendito Tú, Adonay, Santificador de Israel, y de todos los tiempos!.
¡ Bendito Tú, Adonay, Dios nuestro, Rey del Universo, que nos vivificó y nos mantuvo supervivientes y nos ha dado llegar a este tiempo presente!.
(Beben todos la primera copa y dejan la copa sobre la mesa).
(Nos ponemos en pie y cantamos bailando alrededor de las mesas, según se indique:
“Shema Israel: Adonai Elohenu, Adonai ehad…” (4)
“Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, uno es el Señor…”(4)
Comida de las hierbas amargas.
Las comidas rituales comenzaban con un entremés. La hierba amarga es el entremés del banquete pascual. Se moja en agua salada para recordar las lágrimas que derramaron los hebreos en Egipto por la dureza de su esclavitud.
(Todos mojan la hierba amarga en la fuente de agua con sal que hay en la mesa. Aún no se come).
TODOS.– ¡Bendito Tú, Adonay, Dios nuestro, Creador de los frutos de la Tierra!
(Se comen las hierbas amargas)
Pan ácimo.
(El Padre parte en dos la massah, y coloca la parte más pequeña en el plato ceremonial.)
PADRE: (mientras levanta el plato ceremonial y muestra la massah): Este es el pan de la aflicción que comieron nuestros padres en tierra de Egipto. El que tenga hambre que se acerque y coma; quien quiera tomar parte en la Pascua, acérquese y la celebre. Este año aquí, el próximo en tierra de Israel. Este año somos siervos, el próximo seremos hijos de la libertad.
PADRE:- Mojamos la hierba amarga en agua salada, para recordar las lágrimas que vertieron nuestros antepasados durante su larga y dura esclavitud.
Relato de la esclavitud
(Se llena la segunda copa de vino)
PADRE:.- En el principio nuestros padres fueron adoradores de un culto ajeno. Después el Eterno hizo que nos acercáramos a su culto, como dice la Escritura: “Y dijo Josué a todo el pueblo: Así habla Adonay, Dios de Israel: Más allá del río habitaron desde siempre vuestros padres, Téraj, padre de Abraham y de Najor, y servían a otros dioses. Yo tomé a vuestro padre Abraham del otro lado del río y le hice recorrer todo Canaán, multipliqué su descendencia y le di por hijo a Isaac.” “Y dijo Adonay a Abraham: Has de saber que tu descendencia vivirá en una tierra no suya, y estará en servidumbre, y la oprimirán durante cuatrocientos años; pero yo juzgaré al pueblo que los esclaviza, y saldrán de allí después, con mucha hacienda”.
(En este momento se levantan las copas de vino)
TODOS.– Esta fidelidad de Adonay es igualmente común a nuestros padres y a otros porque no fue uno sólo el que quiso aplastarnos, sino que de generación en generación se levantan enemigos contra nosotros para exterminarnos. Y el Dios Santo – El sea Bendito – nos libra siempre de sus manos.
(Se dejan las copas sobre la mesa, sin beber)

5.- BENDICIÓN DE LIBERACIÓN

(Primero levantamos las copas mientras el Padre recita la bendición. Luego bebemos y bailamos)
PADRE.- ¡Bendito Adonay, Dios nuestro, Rey del Universo, que nos ha liberado como liberó a nuestros padres de Egipto, y nos hizo llegar a esta noche para comer en ella el pan ácimo y las hierbas amargas. Por tanto Adonay, Dios nuestro y de nuestros padres, haznos llegar a sucesivas solemnidades, y a las próximas fiestas anuales en paz, gozosos de la edificación de tu ciudad y alegres en tu culto y que comamos allí de los sacrificios y víctimas pascuales, cuya sangre se derramó en torno a tu altar, en suave olor hacia Ti: Te damos gracias con un cántico nuevo por nuestra liberación y la liberación de nuestras almas. ¡Bendito Tú, Adonay, que redimes a Israel!
TODOS.- Bendito Tú, Adonay, Dios nuestro, Rey del Universo, que creas el zumo de la vid.
(Se bebe la segunda copa y bailamos)
“Shema Israel: Adonai Elohenu, Adonai ehad…” (4)
“Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, uno es el Señor…”(4)

6.- COMIDA DEL MAROR.

PADRE.(Mientras toma la torta de pan ácimo): ¡Bendito Tú, Adonay, Dios nuestro, Rey del Universo, quien hizo brotar el pan de la Tierra!
TODOS.- ¡Bendito Tú, Adonay, Dios nuestro, Rey del Universo, quien nos santificó con sus preceptos y nos hizo tomar el pan ácimo!
(Se distribuye el pan entre los comensales)
PADRE.- (Toma las hierbas amargas y las moja en salsa) ¡Bendito Tú, Adonay, Dios nuestro, quien nos santificó con sus preceptos y nos mandó comer la hierba amarga!
TODOS.- Comerás el cordero con panes ácimos y hierbas amargas.-
(Se comen las hierbas amargas mojadas en salsa)
(Se sirve el CORDERO)

7.- COPA DE LA BENDICIÓN.

(Se sirve la tercera copa)
PADRE.– Bendito seas Señor, y bendito sea tu santo nombre. Bendito seas Señor, rey del universo, que sostienes el mundo entero con tu bondad, providencia, misericordia y clemencia. El concede alimento a toda la humanidad, pues su misericordia es infinita. Su enorme bondad jamás nos ha faltado, y no nos falta nunca el alimento por amor de su nombre. Pues El es Dios y sostiene a todos y prepara el alimento a todas las criaturas que El creó-
TODOS.- Bendito seas Señor que alimentas a todos los hombres. Te damos gracias Señor, porque diste en herencia a nuestros antepasados una tierra amplia, buena y placentera; porque Tú, Señor, nos sacaste del país de Egipto y nos libraste de la casa de la esclavitud; por tu pacto que sellaste en nuestra carne, por la Ley que nos enseñaste; por hacernos conocer tus preceptos, por la vida, gracia y misericordia con que nos has favorecido; por el alimento con que siempre nos nutres y sustentas cada día, en todo tiempo y a todas horas.
Y por todo esto, Señor, te damos gracias y te bendecimos, según está escrito: “Comerás y te saciará, y bendecirás al Señor, tu Dios, por la buena tierra que te concedió.”
(Se bebe la tercera copa y se come el cordero)

8.- SEGUNDA PARTE DEL HALLEL.

(Se sirve la cuarta copa y se recitan los Salmos a dos coros)
Salmo 117
TODOS.LA BONDAD Y EL AMOR DEL SEÑOR, BRILLAN POR SIEMPRE, BRILLAN POR SIEMPRE (cantado)
¡Alabad a Adonay todas las naciones,
celebradle todos los pueblos!
Firme es su misericordia con nosotros,
Su fidelidad dura por siempre.
LA BONDAD…

Salmo 118
TODOS.- (cantado).- ESTE ES EL DÍA EN QUE ACTUÓ EL SEÑOR, SEA NUESTRA ALEGRÍA Y NUESTRO GOZO. DAD GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO, PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.
Que lo diga la casa de Israel,
Es eterna su misericordia.
Que lo diga la casa de Aarón:
Es eterna su misericordia.
Que lo digan los fieles del Señor:
Es eterna su misericordia.
Escuchad: hay cantos de victoria
en las tiendas de los justos:
“La diestra del Señor es poderosa,
es excelsa la diestra del Señor”.
ESTE ES EL DIA…
Abridme las puertas del triunfo,
y entraré para dar gracias al Señor.
Esta es la puerta del Señor,
los vencedores entrarán por ella.
Yo no he de morir, yo viviré
para contar las hazañas del Señor.
La piedra que el cantero desechó
es ahora la piedra angular.
Es el señor quien lo ha hecho,
esto ha sido un milagro patente.
Te doy gracias porque me escuchaste,
porque fuiste mi salvación.
(Se bebe la última copa)

9.- ORACIÓN FINAL Y BENDICIÓN.
PADRE.- Adonay, Dios nuestro, todas tus obras te alabarán; tus piadosos, tus justos, quienes cumplen tu voluntad y toda la casa de Israel, tu pueblo, ensalzarán, alabarán y bendecirán tu nombre, le santificarán y consagrarán: pues bueno es darte gracias y correcto entonar alabanzas a tu nombre, porque tú eres eternamente Dios. ¡Bendito seas, Señor; rey con alabanzas, glorificado!
TODOS.– El año próximo en Jerusalén.
PADRE: Dios nuestro y Dios de nuestros padres, al terminar esta comida de Acción de gracias que conmemora el Exodo del Pueblo de Israel y su liberación de la esclavitud, símbolo de todas las liberaciones, suplicamos tu ayuda para llevar a nuestra vida diaria su mensaje de libertad y vida.
Que la luz de la libertad penetre hasta los últimos rincones del mundo y hasta el corazón de cada hombre para que todos podamos vivir como hijos tuyos, libres con la libertad que nos diste por medio de Jesús, tu Hijo.

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