Oración del quinto día de Cuaresma

Hoy es 1 de marzo, Domingo Primero de Cuaresma,  contemplamos a Jesús que busca la soledad del desierto para orar. Y el desierto es lugar donde la naturaleza humana es tentada de diversas formas y en sus más profundas aspiraciones, como el poder, la ostentación, la libertad. Jesús de testimonio de su confianza en Dios que  le permite superar la prueba. Que con la fuerza del Espíritu nosotros también superemos las tentaciones que nos acosan por una parte y por otra y lleguemos a la Pascua con una fe más fortalecida.

EVANGELIO DEL DIA: Mateo 4, 1-11

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre. Y acercándose el tentador, le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.»  Mas él respondió: «Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.»

Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del Templo, y le dice:  «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna.»  Jesús le dijo: «También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios.»

Todavía le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria, y le dice:  «Todo esto te daré si postrándote me adoras.» Dícele entonces Jesús:  «Apártate, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto.»

Entonces el diablo le deja. Y he aquí que se acercaron unos ángeles y le servían”

¡Palabra del Señor!; ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!.

TEXTO VICENCIANO: “Podeis servirle en todo los pobres(S.V.P. IX, 750)

“Nuestro Señor quiso experimentar en su propia persona todas las miserias imaginables. Nos dice expresamente la Escritura que quiso pasar por escándalo para los judíos y por locura para los gentiles, para señalaros que podéis servirle en todos los pobres afligidos. Por eso quiso entrar en ese estado, para santificarlo lo mismo que a todos los demás…”  

REFLEXIÓN PERSONAL: La prueba, la tentación, la profesión de fe, son temas que hoy aparecen en la liturgia de la Palabra de este primer domingo de cuaresma, y nos interrogan sobre nuestra propia manera de vivir la tentación y sobre nuestra manera de confesar nuestra adhesión a Dios.

Jesús ha experimentado esa misma debilidad humana que tan fácilmente doblega la voluntad y ha vencido al tentador, indicándonos el camino de salida. Como Él, debemos retener la Palabra de Dios en el corazón, convirtiéndola en el norte de nuestra vida, la luz que guía nuestros pasos. Si profesamos esta fe no sólo con los labios sino con el corazón experimentaremos que el Señor es nuestra fuerza y nuestro Salvador.

ORACIÓN FINAL

Señor Jesús, ayúdanos a superar las tentaciones, no nos dejes caer en el egoísmo, haznos fuertes en la tribulación, decididos en la duda.
Ahora, Señor, queremos prepararnos para celebrar este tiempo de gracia.
Envíanos tu Espíritu  para ser llevados al desierto y crecer en tu amor.
Ayúdanos a vivir despojándonos de todo aquello que nos impide avanzar por el camino de la vida hacia una entrega total a tu Evangelio.
Amén.

Entrada anterior
Oración del cuarto día de Cuaresma
Entrada siguiente
Oración del sexto día de Cuaresma
Menú