Oración décimo día de Cuaresma

Hoy es viernes 15 de marzo de la primera semana de Cuaresma, y se nos invita a bajar a lo profundo, a bajar de la razón a la emoción y sentir como Dios nos llama a vivir desde el Espíritu, desde lo profundo de su ser.

Mt 5, 20-26

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el reino de los cielos. Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mate será llevado ante el tribunal.

Pero yo les digo: todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar del castigo.

Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro de que no saldrás de ahí hasta que hayas pagado el último centavo».

Palabra de Dios

TEXTO VICENCIANO

No sólo dar limosna al pobre: “La limosna sola, la limosna que no va acompañada de palabras y de amor, es una humillación para el que la recibe. ¿Hace falta recordar que el hombre no vive sólo de pan, que el Salvador mismo no pide sólo ser vestido y alimentado en la persona de los pobres, sino también visitado y consolado?. ¿Tendremos que exponer todo lo que los maestros de la caridad hasta san Vicente de Paúl nos han enseñado sobre el comportamiento delicado que tiene en cuenta la susceptibilidad legítima de los pobres?” (Federico Ozanam. «De los peligros de la caridad», artículo en l’Ere nouvelle, 29 de octubre de 1848).

REFLEXIÓN PERSONAL

El Evangelio de hoy nos hace una llamada a lo profundo, a lo que de verdad mueve a la humanidad, a la paz que nos regala el perdón y a su prioridad ante el resto de situaciones.

Igualmente, este sentido de poner la mirada en lo profundo, nos lo comparte Federico Ozanam, cuando atraviesa la necesidad de lo material y se centra en lo espiritual, en lo humano, en lo que de verdad construye a la persona y la dignifica como Hijo de Dios.

Si pienso en mi rutina diaria, seguro soy capaz de destacar momentos en los que no bajo a lo profundo, en los que me quedo en lo superficial y me alejo del Padre. Tomo conciencia de alguno de ellos.

CANCIÓN

“Perdón” (Almudena)

ORACIÓN FINAL

Danos Padre tu mirada
Para saber llegar a lo profundo del hermano
No permitas que nos paremos en la superficialidad
Sino que seamos capaces de compartir de corazón a corazón
Sintiéndonos todos iguales a tus ojos, bendecidos y amados por ti.
Que así sea Padre.

Entrada anterior
Oración noveno día de Cuaresma
Entrada siguiente
Oración undécimo día de Cuaresma
Menú