Oración vigésimo primer día de Cuaresma

Hoy es 6 de marzo de 2018, martes de la tercera semana de Cuaresma. Jesús nos viene a mostrar, que el perdón no tiene límites, porque tampoco lo tiene el amor. Se nos presenta como modelo de compasión y de capacidad de perdonar, y nos propone vivir desde esa actitud con nuestro prójimo.

Mt 18, 21-35.

Entonces se acercó Pedro y le preguntó: -Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarle? ¿Hasta siete veces? Le contestó Jesús: -No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Pues bien, el reino de Dios se parece a un rey que decidió ajustar cuentas con sus criados. Nada más empezar, le presentaron uno que le adeudaba diez mil monedas de oro. Como no tenía con qué pagar, mandó el rey que vendieran a su mujer, sus hijos y todas sus posesiones para pagar la deuda. El criado se prosternó ante él suplicándole: ¡Ten paciencia conmigo, que te lo pagaré todo! Compadecido de aquel criado, el rey lo dejó ir y le perdonó la deuda. Al salir, aquel criado tropezó con otro criado que le debía cien monedas. Lo agarró del cuello y mientras lo ahogaba le decía: ¡Págame lo que me debes! Cayendo a sus pies, el compañero le suplicaba: ¡Ten paciencia conmigo y te lo pagaré! Pero el otro se negó y lo hizo meter en la cárcel hasta que pagara la deuda. Al ver lo sucedido, los otros criados se sintieron muy mal y fueron a contarle al rey todo lo sucedido. Entonces el rey lo llamó y le dijo: ¡Criado perverso, toda aquella deuda te la perdoné porque me lo suplicaste! ¿No debías tú que tener compasión de tu compañero como yo la tuve de ti? E indignado, el rey lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.

Palabra de Dios


TEXTO DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

Jesús de Nazaret hace resplandecer ante los ojos de todos los hombres el nexo entre solidaridad y caridad, iluminando todo su significado: «A la luz de la fe, la solidaridad tiende a superarse a sí misma, al revestirse de las dimensiones específicamente cristianas de gratuidad total, perdón y reconciliación. Entonces el prójimo no es solamente un ser humano con sus derechos y su igualdad fundamental con todos, sino que se convierte en la imagen viva de Dios Padre, rescatada por la sangre de Jesucristo y puesta bajo la acción permanente del Espíritu Santo. Por tanto, debe ser amado, aunque sea enemigo, con el mismo amor con que le ama el Señor, y por él se debe estar dispuesto al sacrificio, incluso extremo: “dar la vida por los hermanos” (cf. Jn 15,13)». (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, Capitulo VI, nº 196)

 

REFLEXIÓN PERSONAL

El perdón es la máxima expresión del amor…No podemos seguir a Jesús por el camino de la caridad si no nos queremos antes que nada entre nosotros, si no nos esforzamos en colaborar, en comprendernos recíprocamente y e perdonarnos reconociendo cada uno sus propias limitaciones y sus propios errores. Com-pasion con el otro, con caridad, con el corazón lleno de ternura y humildad reconociendo nuestra propia fragilidad desde donde Dios nos trabaja.

En esta Cuaresma convertir el corazón a la solidaridad, volver a Dios la mirada que nos distrae del pobre, porque si algo no está bien en nosotros, tampoco estará bien en la sociedad ni en la Iglesia.

 

 

ORACIÓN FINAL
Señor enséñame a amar sin límites, a perdonar sin límites, a aceptar sin límites, a tolerar sin límites.. Como lo harías Tú, para poder reconciliarme conmigo mismo y con los demás…desde el amor. Gracias por tu compasión y misericordia… sin límites.

 

Entrada anterior
Oración vigésimo día de Cuaresma
Entrada siguiente
Oración vigésimo segundo día de Cuaresma