Oración decimotercer día de Cuaresma

Hoy es 26 de febrero de 2018, de la segunda semana de cuaresma. La palabra de Dios de este lunes nos orienta y dirige hacia el modelo de hombre que quiere Dios Padre. Nos conforta con un Padre compasivo, que no nos juzga y que nos perdona.

Lc 6, 36-38

Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados. Perdonad y seréis perdonados. Dad y os darán: recibiréis una medida generosa, apretada, remecida y rebosante. La medida que uséis la usarán con vosotros.

Palabra de Dios


TEXTO DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

La semejanza con Dios revela que la esencia y la existencia del hombre están constitutivamente relacionadas con Él del modo más profundo. Es una relación que existe por sí misma y no llega, por tanto, en un segundo momento ni se añade desde fuera. Toda la vida del hombre es una pregunta y una búsqueda de Dios. Esta relación con Dios puede ser ignorada, olvidada o removida, pero jamás puede ser eliminada. Entre todas las criaturas del mundo visible, en efecto, sólo el hombre es “’capaz’ de Dios” (“homo est Dei capax”). La persona humana es un ser personal creado por Dios para la relación con Él, que sólo en esta relación puede vivir y expresarse, y que tiende naturalmente hacia Él. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. Capitulo III, Articulo 109

 

REFLEXIÓN PERSONAL

Es la Experiencia de la búsqueda de Dios y el encuentro con su Amor la que hace que cada uno viva en primera persona el perdón. Dios nos acoge entre sus brazos como madre amorosa, que por amor no juzga y acoge a su hijo incondicionalmente. Es esta vivencia personal la que abrirá el corazón al perdón al otro. Perdona el que vive el perdón de Dios sobre si mimos. Ya que el perdón solo se comprende en toda su dimensión cuando se ha experimentado.
 

 

ORACIÓN FINAL
Padre: en este día me acerco a ti, me refugio en tus brazos y pido tu perdón por mis caídas. Siento tu abrazo y la nueva oportunidad que me das. Dame fuerza para acoger, ser compasivo y perdonar como tú. En este camino a la Pascua quiero vivir tu amor y tu perdón, y acercarme a mis hermanos sin juzgarlos ni condenarlos. Amen.

 

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