Oración trigésimo sexto día de Cuaresma

Hoy es miércoles 10 de abril de la quinta semana de Cuaresma, y en el Evangelio, Jesús nos invita a reconocernos como enviados de Dios y a ser sus discípulos. Desde ese conocimiento de la Verdad que vamos recibiendo cada día con las lecturas del Evangelio, nos disponemos a escuchar y a recibir la fuerza necesaria para responder a la Misión que Dios pone en cada día en nuestros corazones…

Jn 8, 31-41

“En aquel tiempo dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres». Ellos le respondieron: «Nosotros somos descendencia de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Os haréis libres?» Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo. Y el esclavo no se queda en casa para siempre; mientras el hijo se queda para siempre. Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres. Ya sé que sois descendencia de Abraham; pero tratáis de matarme, porque mi Palabra no prende en vosotros. Yo hablo lo que he visto donde mi Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído donde vuestro padre». Ellos le respondieron: «Nuestro padre es Abraham». Jesús les dice: «Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham. Pero tratáis de matarme, a mí que os he dicho la verdad que oí de Dios. Eso no lo hizo Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre». Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos nacido de la prostitución; no tenemos más padre que a Dios». Jesús les respondió: «Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he salido y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino que Él me ha enviado”.

Palabra de Dios

TEXTO VICENCIANO

Trabajar incansablemente por los empobrecidos: “Representantes del pueblo: No digáis que os falta tiempo. (…) ¿Por qué no se os ve donde está el peligro del momento actual? ¿Por qué no arrancaríais vuestras mañanas a los solicitantes que os disputan para visitar también esos barrios desheredados, para subir esas escaleras oscuras, penetrar en esas habitaciones desnudas, ver con nuestros propios ojos lo que sufren vuestros hermanos, enteraras de sus necesidades, dejar a esa pobre gente el recuerdo de una visita que honra y consuela su desgracia, y finalmente volver a bajar penetrados por una emoción que ya no soportará más esperas, que os pondrá fuego en los labios y estremecimiento en la Asamblea, que la forzará, si hace falta, a declararse permanentemente, y a no separarse sin haber vencido la miseria, como en la memorable noche de! 24 de junio en que ella venció la revuelta?”.

(Federico Ozanam, «A las gentes de bien», en l’Ere nouvefle, 15 de septiembre de 1848)

REFLEXIÓN PERSONAL

En el Evangelio, Jesús nos exhorta a ser verdaderamente sus discípulos y a conocer la Verdad que nos hará libres. Jesús se revela en este pasaje como Hijo de Dios reafirmando ser un enviado del Padre. Federico Ozanam a su vez, nos invita a “ver con nuestros propios ojos lo que sufren nuestros hermanos” sin excusas y con valentía. ¿Reconocemos a Dios como nuestro Padre?, ¿Acudimos y acompañamos a nuestros hermanos en el sufrimiento?, ¿Aceptamos con humildad que somos enviados de Dios?.

CANCIÓN

“Tu voz” (Salomé Arricibita)

ORACIÓN FINAL

Señor, acudo a Ti con la confianza de un hijo a su Padre justo y misericordioso. Ayúdame a levantarme ante el sufrimiento de mi hermano y a no parar hasta vencer la miseria y cumplir así la Misión que tienes para mí en este Mundo.

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